Cuando vamos de negocios por la zona de Elche, solemos ir a comer una paella de conejo y caracoles, no tienen nada que ver con las otras paellas que estoy acostumbrado a comer, tiene apenas medio centimetro de espesor, muy buena. Un poco lentos en el servicio, la sala es bastante grande y sin ningun tipo de lujo, negocio familiar, el precio correcto.
Tiene un buen parquing.